Los detalles y las cosas. Un proyecto sensorial de artes vivas

Autora: María José Ortiz Romaní

Contexto educativo

El CEIP Verge dels Dolors está ubicado en la localidad alicantina de Benilloba, un pueblo de 700 habitantes rodeado de montañas y campos de olivos. Comparte instalaciones con la Sección IES Pare Arques de Cocentaina. El alumnado proviene de catorce poblaciones, por lo que la escuela cumple un papel muy importante en cuanto a la socialización. Hay poblaciones en las que solo viven dos niños en invierno, de edades dispares, de manera que el centro escolar se convierte en un espacio de relación social y de creación de vínculos.

Durante el curso 2022-2023 este centro fue seleccionado para participar en el programa de residencias artísticas en escuelas, «Resistències artístiques: processos artístics en entorns educatius», impulsado por el Consorci de Museus de la Comunitat Valenciana (CMCV) en colaboración con la Secretaria Autonòmica de Cultura i Esport, la Direcció General de Innovació Educativa i Ordenació (DGIEO) y el CEFIRE artisticoexpressiu de la Conselleria d’Educació, Cultura i Esport (GVA). Está dirigido a creadores, a título individual o bien en colectivo, que sitúen su trabajo en el campo de las prácticas participativas, relacionales, colaborativas y pedagogías críticas.

Los proyectos presentados por los artistas deben tener como objetivos fundamentales: la aplicación de procesos de creación artística contemporánea en los centros escolares; el fomento de la creación artística contemporánea como herramienta de análisis y reflexión de problemáticas sociales en el ámbito escolar, y la promoción del trabajo en comunidad para promover la capacidad social de resolver problemas.

Este programa es especialmente relevante en este contexto porque permite el acceso a la cultura contemporánea del alumnado que habita en zonas rurales alejadas de núcleos urbanos y con difícil acceso a las propuestas culturales. En este sentido, este tipo de iniciativas suponen, más allá de la dimensión pedagógica y artística que abordaremos más adelante, una oportunidad para la institución cultural que lo promueve de expandirse y una estrategia para buscar nuevos espacios más allá de los convencionales. Para los centros escolares implica la posibilidad de ampliar su imaginario con respecto a los espacios de producción cultural, y al papel central que cumple la propia escuela en la construcción de un tejido cultural que favorezca la participación real de todas las personas.

El proyecto asignado al CEIP Verge dels Dolors de Benilloba fue «Los detalles y las cosas», creado por Paula Miralles y Vicente Arlandis (colectivo artístico Taller Placer), y activado en colaboración con otros artistas. La docente coordinadora del proyecto en el centro fue Rebeca Sanjuan.

Descripción del proceso

«Los detalles y las cosas» es un proyecto de artes vivas que invita a observar y explorar el entorno por medio de diferentes procesos artísticos: mirar, oler, sentir, degustar, tocar y analizar las cosas que habitan la escuela y que conforman el día a día del alumnado y su percepción de la escuela. Este proyecto entiende que la experiencia escolar no solo se configura a través de conocimientos y pruebas objetivas, sino que el cuerpo y los sentidos ocupan un lugar central en la configuración de un imaginario individual y colectivo en torno a la idea misma de escuela. Las artes despliegan aquí todo su potencial para generar pensamiento crítico, y como vehículo para la expresión de ideas y experiencias.

La residencia se articula en torno al inventariado de elementos y espacios del centro escolar a través de una observación minuciosa mediada por los sentidos. Así, el proyecto se divide en seis ejes temáticos que funcionan como hilo conductor entre el cuerpo del alumnado y los espacios que ocupa en su día a día: los colores, los olores, las texturas, los sonidos, los sabores y, por último, las cosas.

El proyecto fue ideado en un primer momento para activarse con el alumnado de último ciclo de primaria (5º y 6º), aunque hubo una integración posterior en el proyecto del resto de estudiantes de la escuela. Finalmente, el alumnado participante se dividió en un grupo motor conformado por cuatro grupos de 2º y 3º ciclo de primaria. También se implicó en algunas de las sesiones al alumnado de primer ciclo (1º y 2º) y de ciclo de infantil.

Taller Placer contó con algunas colaboraciones a lo largo de las distintas sesiones: Nil Gallego para la sesión vinculada al sonido, Amalia Ruiz Larrea para introducir el tema del fanzine, y el Gremio de maestros confiteros y pasteleros de Valencia para la propuesta relacionada con el gusto. El trabajo con agentes externos siempre es un elemento dinamizador y motivador para el alumnado porque les proporciona una nueva mirada sobre la escuela, generando también procesos de aprendizaje alternativos.

El calendario general de trabajo de la residencia artística en el centro educativo lo fija la propia convocatoria, determinando tres momentos o fases de trabajo comunes a todos los proyectos seleccionados: fase de adaptación del proyecto artístico al contexto escolar, fase de intervención en el centro y fase de memoria y evaluación. En la primera de estas fases se concreta el cronograma de intervención (50 horas), los equipos docentes y las áreas implicadas, los grupos de escolares participantes; y se adapta el proyecto asignado a la realidad del centro educativo. En la segunda fase se desarrollan los proyectos según el calendario previsto y se documentan los procesos de trabajo. Por último, en la fase de memoria, se recoge el análisis y evaluación de las diferentes experiencias.

Figura 1. Proceso de recolección de olores del entorno escolar para su posterior reconocimiento (a); objetos utilizados durante el trabajo del eje temático vinculado al tacto (b); una alumna intenta identificar un olor en una de las sesiones de trabajo (c); dispositivos utilizados por Nil Gallego en el eje temático del sonido (d)
Fuente: Paula Miralles, con la autorización de la coordinadora del proyecto en el centro Rebeca Sanjuan.

«Los detalles y las cosas» es una propuesta artística con una metodología activa y participativa, que pone en el centro el cuerpo del alumnado como catalizador de experiencias y como detonante de aprendizajes. Cada uno de los ejes temáticos se activa a partir de diferentes actividades, pero casi todos ellos tienen estrategias metodológicas comunes: exploración del entorno escolar a través de los sentidos, listado de sensaciones e impresiones a modo de registro de la experiencia, uso del dibujo como herramienta narrativa y proceso final de evaluación y reflexión.

Las actividades propuestas suponen una exploración sensorial del entorno a partir de procesos vinculados a la práctica artística contemporánea: recorrido por el centro con celofanes de colores en los ojos, construcción de una cámara oscura para la comprensión del proceso de percepción visual, identificación de sabores, moverse por el entorno a través del sentido del tacto, localización de olores del entorno y cartografía posterior del recorrido, o escucha activa de los sonidos de la escuela a través de la práctica del silencio.

En cada eje temático el alumnado creó su propio fanzine, una autoedición experimental que le permitió registrar las diferentes experiencias y documentar los procesos de trabajo. Para realizarlo se empleó una vieja fotocopiadora del centro en desuso. El libro se conforma a partir de los listados de palabras (individuales o grupales) que se generan en cada una de las acciones sensoriales y de los restos de objetos o sustancias de las diferentes actividades. Cada uno de estos fanzines tiene su propio título, ideado y votado por el alumnado del grupo motor.

Figura 2. Listado de palabras (a); utilización de la representación gráfica como herramienta expresiva durante una de las sesiones del eje temático del olor (b)
Fuente: Paula Miralles, con la autorización de la coordinadora del proyecto en el centro Rebeca Sanjuan.

Se emplearon distintas técnicas gráfico-plásticas como el dibujo con materiales diversos, el frottage o el collage, y la fotografía estenopeica. Asimismo, con cada fanzine se realizó una acción/performance final, como enviar por correo postal uno de los fanzines a la artista colaboradora Amalia Ruiz (Madrid) o enterrar un ejemplar del fanzine en un lugar de la escuela y rescatarlo al final de la residencia para observar las transformaciones físicas que se habían producido en contacto con la tierra.

También se trabajó el análisis del entorno a través de la clasificación de objetos, atendiendo a diferentes criterios (color, tamaño o forma) y aspectos vinculados a la experimentación sonora a través de la toma y edición de sonidos del entorno.

Este proyecto explora materiales y procesos artísticos alternativos a los utilizados normalmente en las clases de artes plásticas, proporcionando nuevos recursos didácticos al profesorado, y una percepción ampliada y actualizada de los materiales artísticos al alumnado.

Concepción didáctica

Los procesos de enseñanza-aprendizaje activados durante el desarrollo de la residencia incluyen estrategias metodológicas diversas.

El trabajo en contexto, a través de la adaptación del proyecto inicial a la realidad del centro educativo, supuso un diálogo constante entre todos los agentes implicados. Atender a ese contexto conlleva necesariamente concesiones, imprevistos y desacuerdos y, sobre todo, ser capaz de adaptar la práctica artística a la estructura escolar (horarios, espacios, etc.) a través de procesos de trabajo colaborativos. Además, todas las actividades propuestas fueron multinivel (desde infantil hasta 6º de primaria) e internivel (niveles diferentes trabajando juntos y compartiendo espacios y experiencias).

La ausencia de un producto final pone necesariamente el foco en el proceso y resulta una práctica transgresora en el centro escolar, generalmente condicionado por resultados y objetivos prefijados.

La exploración sensorial de la escuela y de su entorno, es decir, de lo que el alumnado conoce y vive a diario, supone la vivencia de lo extraordinario en lo ordinario. La curiosidad abriéndose paso entre lo ya conocido. La posibilidad de mirar, de oler, de tocar, de escucharlo todo de otro modo. La escuela como situación de aprendizaje.

El proyecto genera intersección con multiplicidad de saberes y de áreas de conocimiento: educación plástica (técnicas y procedimientos artísticos), áreas lingüísticas (aspectos comunicativos: listados, expresión oral), conocimiento del medio (los cinco sentidos, exploración del entorno), ciencias sociales (cartografía del entorno), educación física (expresión corporal).

El cuerpo y los sentidos ocupan un lugar primordial en la adquisición de experiencias y sensaciones con respecto al entorno, pero no siempre está integrado en la escuela. Esta, generalmente, prioriza procesos cognitivos en situaciones en las que el cuerpo está en reposo, no se mueve, está quieto, no interviene. En las sesiones de trabajo del proyecto artístico no hubo fisuras entre la teoría y la práctica, entre el contenido y la experiencia, entre el hacer y el pensar, se concibieron como un todo indisociable.

Por último, la evaluación y diálogo al final de las sesiones junto al alumnado permitió que este se sintiera parte activa del proyecto, mejorando su autoestima y favoreciendo el desarrollo del pensamiento crítico y divergente.

Principales desafíos

El proyecto fue pensado para 5º y 6º de primaria debido a la presencia de aspectos relacionados con la lectoescritura y la utilización de elementos comunicativos que requerían de unos conocimientos previos concretos. La docente coordinadora del proyecto es tutora de infantil, por lo que al principio hubo un trabajo de adaptación importante por ambas partes. La artista tuvo que adaptar la propuesta para incluir los niveles educativos inferiores no contemplados en un primer momento, y la docente asumió labores más vinculadas a la coordinación entre niveles y profesorado. Esto planteó la necesidad de atender estas cuestiones a la hora de asignar los proyectos a cada uno de los centros seleccionados.

Para los artistas no resultó fácil encajar el proceso de trabajo en la estructura escolar. Los tiempos requeridos, por ejemplo, no eran siempre viables por cuestiones de horario. La residencia supuso un ejercicio constante de diálogo y de acuerdos.

La labor del profesorado colaborador resultó fundamental para comprender cuáles eran las limitaciones reales del centro y conocer la personalidad de los grupos, pero el rol que asumieron durante el desarrollo de las sesiones no fue siempre participativo. Así pues, se plantea la necesidad de integrar la residencia en la programación de aula, haciendo un esfuerzo por incorporarla a la secuencia didáctica. De otro modo, la experiencia supone una interrupción, pero no queda evidenciada su intersección con el currículo escolar.

La evaluación de la experiencia por parte del profesorado debería incluir rúbricas e indicadores que permitan evaluar los aprendizajes adquiridos. De esta manera el proyecto podría afectar más a la práctica educativa generando una transferencia de los procesos de trabajo implementados por los artistas. La idea sería que, una vez la residencia termine, el profesorado pudiera aplicar estrategias metodológicas propias de los procesos artísticos e incorporarlas a su práctica docente.

Principales aportaciones

En cuanto a las aportaciones del proyecto en relación con la práctica educativa, la docente coordinadora manifestó que estas le permitieron reflexionar, detenerse, documentar, observar, descubrir nuevos canales comunicativos y recursos creativos. En ocasiones el ritmo de la escuela no concede esos espacios para pensar. Las clases de plástica se dedican más a producir objetos que a generar pensamiento creativo y espacios para observar y ampliar la mirada del alumnado respecto a su entorno y al mundo que les rodea.

En cuanto al alumnado, además de los aprendizajes relativos a las técnicas y procedimientos artísticos empleados, el proyecto les ha permitido tomar conciencia de la importancia que tiene el cuerpo en la percepción de la realidad. También ha sido una oportunidad para darles voz y legitimar la expresión de sus ideas y sensaciones en un ambiente de libertad y seguridad. Además, la propuesta amplía su imaginario respecto a la práctica artística y los materiales y procesos más convencionales.

Para la comunidad educativa el proyecto ha sido una forma de acercar la creación artística contemporánea a un entorno que normalmente queda excluido del circuito de la cultura. Las residencias artísticas en entornos escolares son una forma de fomentar la participación cultural de la ciudadanía.

En cuanto a la práctica artística, el contacto con un centro educativo permite ampliar el campo de acción y salir de los espacios convencionales de producción cultural. Asimismo, obliga a los artistas a reflexionar en torno a aspectos pedagógicos que, en otros contextos expositivos o museísticos, suelen ser periféricos. Las residencias en centros escolares suponen una oportunidad para pensar y reflexionar en torno a la propia obra en contacto directo con el público. Un público que no necesariamente visitaría sus propuestas ni entendería sus prácticas de no ser porque esta vez es la propuesta artística la que visita al espectador para, además, hacerlo partícipe de su proceso de creación.

Referentes

CEIP Verge dels Dolors de Benilloba de Alicante. 2023. Resistències artístiques. Recuperado el 16 de septiembre de 2023: https://portal.edu.gva.es/colebenilloba/resistencies-artistiques/

Consorci de Museus de la Comunitat Valenciana. Generalitat Valenciana. 2023. Los detalles y las cosas. Resistències artístiques: processos artístics en entorns educatius. Recuperado el 15 de septiembre de 2023: https://resistencies.consorcimuseus.gva.es/es/los-detalles-y-las-cosas-2/

Taller Placer. 2023. Los detalles y las cosas. Recuperado el 16 de septiembre de 2023: http://www.tallerplacer.com/losdetallesylascosas