Proyecto de centro. Derecho a vivir en un mundo más saludable y sostenible
Autora: Sònia Benítez Ferrando
| Centro educativo: | Escuela Els Encants (Barcelona). |
| Curso o nivel: | Proyecto que desarrolla toda la escuela. Experiencias concretas:
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| Duración: | Durante todo un curso escolar, pero se desarrollan más acciones durante el tercer trimestre. |
| Agentes implicados (dentro o fuera del centro): | Tutores de cada aula, otros docentes de la comunidad educativa del centro y familias. |
Contexto educativo
Este proyecto se realizó durante el curso 2018-2019 en la escuela pública Els Encants de Barcelona. Se trata de una escuela creada en 2009 en el distrito del Eixample, concretamente en el barrio de la Sagrada Familia. Tiene un proyecto innovador, que se caracteriza por promover una escuela viva y participativa con una metodología de trabajo activo y respetuoso con los ritmos de los niños. La mayoría de los niños que van a esta escuela son de familias de los alrededores, aunque también hay un número bastante elevado de familias de otros barrios que han matriculado a sus hijos e hijas buscando este modelo pedagógico concreto.
Durante el día escolar se producen momentos de conversación, así como ratos de trabajo con el referente de aula que acompaña al alumnado durante su aprendizaje. También se facilita la libre circulación por los ambientes de la escuela, ocho en total, donde se trabajan las diferentes áreas curriculares. La escuela está formada por tres comunidades: pequeños, medianos y mayores, donde los alumnos de diferentes edades están mezclados y forman parte de un ambiente. Por ejemplo, en los ambientes de pequeños nos encontramos alumnos de 3, 4 y 5 años juntos y cada ambiente tiene un tutor referente.
Descripción del proceso
Cada año, en el marco del proyecto de escuela, el claustro lleva a cabo un proyecto anual que busca hacer un trabajo común de toda la comunidad educativa y crear acciones que muestren a las familias, entorno, etc., lo que han ido investigando y creando durante el desarrollo de este trabajo. En el curso 2018-2019 se decidió hacer un proyecto relacionado con los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) aprobados en 2015 por la Asamblea General de Naciones Unidas y expresados en la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible que se desarrolla en diecisiete objetivos. En concreto, se optó por trabajar el derecho a vivir en un mundo más saludable y sostenible. El objetivo de este proyecto era hablar con los alumnos de derechos y deberes, hacer un trabajo de investigación en el aula y elaborar actividades y acciones a escala grupal pero también de ciclo y, finalmente, de toda la escuela.
Para desarrollar el derecho escogido, el claustro decidió realizar un proyecto de larga duración durante todo el curso que los tutores referentes trabajarían en las aulas. En el aula, los docentes tendrían diferentes libros y cuentos relacionados con el tema, además de disponer de enlaces a vídeos o documentales para poder hablar con los alumnos y, mediante la conversación, decidir qué les interesaba y qué investigaciones o acciones querían trabajar con el fin de desarrollar el proyecto.
Durante el proceso se explicó qué es un derecho y se habló sobre los derechos de los niños y, más concretamente, sobre el derecho que se había decidido para aquel curso. Además, también se acordó llevar a cabo alguna acción conjunta como escuela y resumir en la memoria anual de centro qué se había hecho.
Seguidamente, se explican algunos ejemplos de los trabajos y acciones realizados.
Comunidad de medianos
A partir del visionado de diferentes cortos y de algún programa del informativo dirigido a niños infoK, en algunos de los ambientes de medianos surgió el interés por trabajar el tema del agua: la importancia del agua para vivir, los cambios climáticos extremos que se están viviendo (zonas con sequía, otros con lluvias muy abundantes), qué es la sequía y cómo afecta a nuestro día a día, como podemos ahorrar agua, etc. Se pensaron ideas para ahorrar más agua en la escuela y se diseñaron, elaboraron y colgaron eslóganes por diferentes espacios de la escuela para concienciar a los demás compañeros.
En relación con este tema, también vieron un cortometraje llamado PolarBearMan que pretende crear conciencia de la situación del deshielo y cómo esto afecta a los osos polares del Ártico. A partir de este visionado se decidió crear una instalación artística efímera para reflexionar sobre el deshielo que consistía en ver en primera persona cómo se deshace el hielo y así tomar conciencia sobre el calentamiento global y la situación en el Ártico. Llenaron envases de brik con agua y piezas de frutas y verduras y los congelaron. Una vez helados los colgaron en una zona del patio donde pudieron ver cómo se iban deshaciendo.

Figura 1. Instalación Deshielo
Fuente: Sandra Garcia.
Comunidad de mayores
Aprovechando que en la comunidad de mayores había un ambiente llamado Tiempos Modernos que ya trabajaba los derechos de los niños, se pensaron diferentes propuestas para que el alumnado realizara durante los ratos de libre circulación:
- Un juego de Memory sobre los derechos de los niños.
- Una investigación sobre la diferencia entre derecho y deber.
- Una exploración sobre el artista urbano Banksy a partir de un libro de sus obras para ver qué relación se puede encontrar entre su trabajo y lo que se estaba investigando. Como cierre, en esta propuesta los niños podían diseñar un grafito en el ambiente de taller para denunciar, protestar o reafirmar algún aspecto que para ellos hubiera sido relevante, y luego colocarlo en la escuela.
Aparte de estas actividades, cada uno de los tutores trabajó varias acciones con sus alumnos, como por ejemplo la que surgió en uno de los ambientes, llamada «¿Hacemos esculturas?». En este caso, el alumnado investigó sobre el plástico, un aspecto que les interesó mucho a partir del visionado de un vídeo sobre las islas de plástico en el Pacífico. En relación con este tema, se decidió recoger plásticos y llevarlos a la escuela para crear de manera conjunta una escultura. Algunos de los retos que implicó este proyecto fueron crear entre todos la forma que querían dar a las esculturas, decidir si debía tener algún significado, si harían una obra figurativa o abstracta, cómo colocarían los plásticos, etc.
Acción conjunta de toda la escuela
Para finalizar el proyecto de forma global se decidió realizar una acción conjunta fuera de la escuela, que consistía en una instalación de protesta, festiva pero reivindicativa. Aprovechando que una vez al mes los vecinos y la asociación Eixample Respira cortaban la calle para protestar y poner de manifiesto que la zona del Eixample donde está ubicada la escuela es una de las más contaminadas de la ciudad, los docentes consideraron que los niños también podían participar en estas reivindicaciones.
Para esta instalación cada niño hizo un molde de yeso de un pequeño coche con un lema para un mundo más sostenible. Se crearon frases para concienciar de la problemática, pero también se aportaron ideas para colaborar con pequeñas acciones de mejora. Una vez que los niños crearon sus piezas, un viernes antes de acabar el curso escolar se pidió permiso para cortar la calle Cartagena y cada comunidad de alumnos fue colocando las piezas en fila llenando la calle, creando una instalación efímera de 20 minutos.

Figura 2. Instalación Coches en la calle Cartagena
Fuente: Sandra García.
Concepción didáctica
La propuesta planteada por el claustro se basaba en el trabajo por proyectos a partir del derecho escogido, potenciando un aprendizaje significativo a partir de un tema bastante amplio en torno al cual el alumnado elabora su propio proceso de aprendizaje.
En este caso concreto, el tema fue dado por los docentes, pero los niños tuvieron que buscar la información y, a partir de la conversación —actividad básica en la realización de proyectos—, seleccionar, elaborar y desarrollar un tema o problemática concretos a partir de aquello que más les había interesado o de aquello que habían descubierto de forma vivencial. Durante este trabajo el niño se convierte en el protagonista y el docente acompaña creando diferentes dinámicas y potenciando el trabajo tanto en pequeño como en gran grupo.
Durante este proceso, en la mayoría de los ambientes se vio que era posible desarrollar los temas trabajados a partir de actividades artísticas, las cuales, además, eran un recurso muy interesante para dar ideas para mejorar o denunciar situaciones que el alumnado veía injustas o que le afectaban. El análisis y la reflexión eran necesarios para desarrollar a posteriori su trabajo. Por tanto, el arte se constituyó en forma de conocimiento, además de un recurso de práctica colaborativa, tanto en cada grupo como en el conjunto de todos los alumnos de la comunidad. Pensar, planificar y llevar a cabo un proyecto artístico permitió en muchos casos descubrir tendencias actuales o artistas contemporáneos. Y, además, durante la elaboración del proyecto los niños tuvieron la oportunidad de descubrir diferentes técnicas de expresión y desarrollar las suyas propias, además de analizar obras (principalmente vídeos) como recurso para transmitir ideas.
Principales desafíos
El hecho de ser un proyecto de centro, donde cada una de las aulas debe desarrollar un trabajo concreto a partir de una misma idea de trabajo, ya es un gran desafío. Es complicado concretar en qué se quiere trabajar, cuál es el objetivo y cómo se llevará a cabo, y la dificultad se incrementa si, además, se debe elegir un tema lo suficientemente amplio para que lo puedan investigar niños de todas las edades. A menudo no se puede ver si ha sido una buena idea hacer un trabajo concreto hasta que no pasan los meses y surgen las dificultades. El hecho de ejecutar un proyecto a tan largo plazo y con mucha libertad temporal hace que se difuminen las acciones y que a veces los niños no tengan claro lo que están trabajando o el porqué. Es importante que los tutores hagan un trabajo sistemático, cosa que supone un reto añadido a la carga de trabajo a la que se enfrenta el docente en el día a día.
Principales aportaciones
Crear acciones donde los niños vean que lo que hacen implica a los demás y que pueden ayudar a pensar cómo podemos vivir mejor es un gran reto. En muchos de los casos (como se puede ver en la acción conjunta) ellos mismos sugirieron ideas de mejora ante las problemáticas ambientales que habían detectado. Defender sus derechos y mostrar a los demás (principalmente a los adultos) aquello que no les gusta o no les parece bien es un aprendizaje crucial que también se fomentó en este proyecto.
Vivir en comunidad un mismo tema y buscar relaciones entre escuela y entorno es otra de las aportaciones más significativas del proyecto. Es importante que lo que se trabaje en las aulas permita que los alumnos establezcan relaciones con el mundo que les rodea para convertirse en personas responsables en la defensa de sus derechos y valores. También es fundamental que sean capaces de crear conexiones con su día a día y desarrollar competencias para la vida.
Como claustro, con este trabajo conjunto se busca la implicación de todos los miembros de la comunidad, estableciendo relaciones de colaboración. Aunque muchos de los trabajos se hacen dentro de cada grupo, es importante mostrar lo que se va realizando y que los alumnos vean que toda la escuela está centrada en un mismo foco, dando importancia al tema seleccionado. El hecho de llevar a cabo una acción final conjunta crea comunidad, un aspecto importante para las escuelas en general y que la escuela Els Encants tiene como objetivo específico. Crear una o varias acciones donde alumnos, docentes, familias y en este caso incluso vecinos puedan implicarse es una de las razones principales para llevar a cabo estos proyectos, pero, como hemos visto, esto también conlleva dificultades en cuanto a las ideas y a la organización.